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Bailar es bueno: nuevo meta-análisis confirma cómo el movimiento al ritmo eleva la mente y el estado de ánimo

Un meta-análisis reciente sugiere que bailar con música y en compañía puede ser más efectivo para aliviar síntomas depresivos que el ejercicio tradicional o algunos tratamientos convencionales. Descubramos cómo el arte del movimiento activa redes cerebrales, hormonas del bienestar y conexión social.

Por:
Now Mag

Bailar no solo es arte, ni mero entretenimiento: también es medicina. Desde tiempos antiguos, las culturas de todo el mundo han usado la danza como herramienta de conexión, sanación y celebración. Hoy, la ciencia vuelve a confirmar aquello que el instinto humano sabía desde siempre: moverse con música puede transformar el estado mental y emocional de una manera profunda.

En un nuevometa-análisis publicado en Nature Mental Health y citado por National Geographic, investigadores revisaron 218 ensayos clínicos con más de 14.000 participantes que evaluaban diferentes tipos de movimiento y su efecto en la depresión. El resultado sorprendió incluso a los científicos: la danza resultó más efectiva para reducir los síntomas depresivos que caminar, hacer yoga, entrenar fuerza o practicar mindfulness.

El cerebro también baila

Cuando bailamos, múltiples sistemas se activan al mismo tiempo: el motor, el emocional, el auditivo y el social. A nivel biológico, la música estimula la liberación de dopamina, la hormona asociada al placer y la recompensa; el movimiento físico genera endorfinas, que reducen el dolor y mejoran el ánimo; y el contacto o sincronía con otras personas libera oxitocina, la llamada “hormona del amor”, que refuerza la confianza y el sentido de pertenencia.

Pero el impacto va más allá de las hormonas. Bailar en grupo puede generar lo que los científicos llaman sincronía cerebral o interbrain synchrony: una alineación literal de ondas cerebrales entre los participantes. Este fenómeno se asocia con mayor empatía, cohesión y sensación de conexión colectiva, algo que puede ser especialmente valioso para personas que se sienten aisladas o atrapadas en el ciclo emocional de la depresión.

Estudios de neuroimagen también muestran que la danza fortalece las redes de comunicación entre las áreas del cerebro que controlan la planificación, la memoria y la percepción espacial, lo que podría explicar por qué bailar estimula tanto la atención plena como la creatividad.

Un acto de liberación emocional

Para quienes viven con depresión o ansiedad, el movimiento puede devolver algo esencial: la expresión corporal. Muchas veces, las emociones se quedan contenidas o reprimidas, y bailar permite liberar tensiones, reconectar con el cuerpo y recuperar el placer del presente.

Los investigadores destacan además que la danza combina tres factores que ningún otro tipo de ejercicio ofrece en conjunto: ritmo, expresión y comunidad. Esa mezcla única parece ser la clave de su poder terapéutico. En contextos grupales, ya sea una clase de salsa, una sesión de danza contemporánea o incluso una fiesta improvisada en casa, el cerebro se sintoniza con la energía de los demás, reforzando el circuito del bienestar emocional.

En palabras de los científicos, “bailar no es solo ejercicio, es un acto social profundamente humano que activa la mente, el cuerpo y el alma en sincronía.”

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Creado el

October 14, 2025