El ecosistema audiovisual vuelve a reordenarse. La Academy of Motion Picture Arts and Sciences confirmó que, desde 2029, la transmisión oficial de los Premios Oscar será exclusiva de YouTube, cerrando así un ciclo de más de siete décadas de vínculo entre la ceremonia y la televisión abierta.
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La decisión responde a un cambio estructural en los hábitos de consumo. En los últimos años, los ratings televisivos de los Oscar han mostrado una caída sostenida, mientras las audiencias más jóvenes migran hacia plataformas digitales, consumo bajo demanda y experiencias multipantalla. Para la Academia, el salto a YouTube no es solo un cambio de soporte, sino una estrategia para volver a ser culturalmente relevante en un mundo donde la atención ya no se concentra frente al televisor.

El acuerdo permitirá que la ceremonia se transmita en vivo a nivel global, sin necesidad de intermediarios televisivos locales, abriendo la puerta a nuevas dinámicas: interacción en tiempo real, clips instantáneos, formatos cortos, contenidos paralelos y una circulación mucho más orgánica en redes sociales. En la práctica, los Oscar pasan de ser un evento que se “sintoniza” a uno que se comparte, comenta y remezcla.

Para YouTube, el movimiento es igualmente simbólico. La plataforma, históricamente asociada a creadores independientes, música y cultura digital, consolida su posición como jugador central en los grandes eventos en vivo, disputando terreno a la televisión tradicional y a otros servicios de streaming. No se trata solo de transmitir una premiación, sino de apropiarse de uno de los rituales culturales más reconocibles del siglo XX y traducirlo al lenguaje del XXI.
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Este cambio también plantea preguntas inevitables sobre el futuro del cine como espectáculo mediático. ¿Cómo se adapta una ceremonia pensada para la solemnidad televisiva a un entorno donde conviven memes, comentarios en vivo y consumo fragmentado? ¿Se mantendrá el mismo tono, duración y estructura, o veremos una reinvención del formato Oscar pensada para audiencias digitales?

Lo cierto es que la transmisión exclusiva por YouTube marca un punto de no retorno. Así como el streaming transformó la forma en que vemos películas y series, ahora comienza a redefinir cómo celebramos el cine. Desde 2029, la noche más importante de Hollywood ya no dependerá de un control remoto, sino de una conexión a internet.

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