En 2016, Guillermo Núñez escogió la casa de cultura Anselmo Cádiz de la comuna de El Bosque para inaugurar su exposición “Pintura a domicilio, un itinerario popular”. Decidió, además, que las obras se repartirían como préstamo entre los asistentes al encuentro, principalmente alumnos de los talleres de pintura que se imparten ahí. Mariana Villouta y su hija Kenya Millar se llevaron a su casa una pintura firmada por un premio nacional de artes plásticas, del que no sabían nada hasta ese día. 

“Cuando llegó el momento de devolver los cuadros, él (Núñez) me dijo ‘no los traigas’. Por el contrario, llegó con un montón de regalos y me dijo que nos quedáramos con los cuadros que nos había entregado a mí y a mi hija. Comenzó ahí algo. Se nos ocurrió en nuestras conversaciones que yo podría formar una galería comunitaria en mi casa, que no dependiera de fondos estatales ni privados; algo hecho por los amigos, con otros artistas que se quisieran sumar”, recuerda Mariana Villouta, quien se convirtió en amiga de Núñez y en una especie de promotora y guardiana de su legado.

Mariana no solo conserva en su casa de la Villa 12 de Octubre escritos, grabados y pinturas de Guillermo Núñez, además las lleva a colegios, a veces las sube a micros o las monta en plazas; dispuesta a conversar con quien se acerque. Hualpén, Nacimiento, Negrete y Arica son algunos de los destinos por los que ella y las pinturas van a itinerar próximamente. “Donde voy llevo algo de arte. A veces son cajas con poemas de autores chilenos que dejo intencionalmente olvidadas en plazas y otros lugares para que la gente las encuentre. La gente de nuestros barrios que no va a los museos, que no tiene acceso a la cultura; gente analfabeta que no sabe leer, pero sí interpreta imágenes que comunican más que las letras impresas”. 

Varios medios chilenos y extranjeros se han interesado por su historia, incluso le han hecho más de un documental. Recientemente dio una entrevista para El Toscano de Italia. Le han dicho que, y ella sabe, lo que hace es revolucionario: “no porque vivamos en la periferia voy a permitir que seamos olvidados”. 

En los distintos espacios de su casa, incluyendo los dormitorios y el garaje, Mariana y su hija -ahora de 13 años, apadrinada artísticamente por Guillermo Núñez- no solo exhiben la obra del premio nacional, además brindan espacio para los artistas que son miembros de la Asociación de pintores y escultores de El Bosque y para una serie obras de valor artístico no reconocido, que han rescatado en ferias y persas. “Mi intimidad no se ve afectada. Lo íntimo se guarda en otras partes, como la memoria y el corazón. Mi casa siempre está abierta y es un espacio para conocer y aprender. Además de arte exhibimos artesanía de distintos lugares de Chile y tenemos una pequeña biblioteca formada con libros que la gente había botado”.

Galería Comunitaria de Arte Guillermo Núñez es uno de los destinos que ofrece la versión 2023 del festival urbano OH Stgo. Todos quienes quieran conocer esta potente e inspiradora iniciativa van a ser recibidos por la misma Mariana Villouta y su hija Kenya este viernes 25 de agosto, entre las 12.00 y 14.00. Ellas mismas -¿cómo no?- serán las mediadoras de la visita guiada.

Las inscripciones siguen abiertas y la descripción de la actividad está en el planificador de OH Stgo.