La abuela de Felipe Carrasco era muy flaca y usaba unas trenzas largas cuando era niña. Alguien le puso “guachita culebra” y el empresario gastronómico recordó ese apodo con su equipo creativo en algún momento. Gustó tanto que ganó indiscutiblemente como la mejor opción para ser  el nombre del segundo local que abrió hace pocas semanas en calle General Flores, Providencia.

Además de que es recordable y causa simpatía instantánea (“guachita” suele llevar cariño), en ese nombre encontraron inspiración para una identidad visual que atraviesa la decoración, la gráfica e incluso la coctelería de este bar ubicado casi al frente de su hermano mayor, el ya clásico Gracielo.

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“No se trata de una revolución gastronómica. Apostamos por la simpleza y a la mejor ejecución. Es comida de bar, sencilla, pero bien hecha. Ceviches, tártaros, empanadas de fabricación propia y los ingredientes más frescos. El énfasis está puesto en el bar y la coctelería, a cargo de José Nuñez, responsable de la carta de Gracielo también”, explica Felipe Carrasco.

Guachita Culebra ocupa una de las nobles casas de este barrio fundado en torno a la instalación de la Escuela de Carabineros, alrededor de 1928, reservadas para los altos mandos de esa institución. Por eso los árboles en el patio de Guachita Culebra, el espacio principal, tienen los años suficientes para dar buena sombra y convertirlo en uno de los mejores lugares para pasar las tardes de este verano en Santiago. Desde una barra de siete metros al fondo de este generoso patio salen cócteles con sabores atractivos y personalidad, decorados con distintos toques y alusiones a la familia de las víboras. Todo muy instagrameable.

Prima, La Virgen, Insert Coin, Guachita Culebra, Gracielo y la extensa oferta de bares y restaurantes del barrio se organizó en un gremio, recientemente reconocido por la municipalidad. Paseo Providencia se llamó a este nuevo polo gastronómico que será lanzado, con cierre de calles incluido, a fines de noviembre.