El creador de Succession, Jesse Armstrong, acaba de debutar en el cine con Mountainhead, una sátira tan filosa como incómoda sobre los titanes tecnológicos que moldean el mundo moderno. La película se estrenó el 31 de mayo en HBO Max y ya es uno de los títulos originales más vistos de la plataforma este año. Su anuncio había sido una sorpresa en el marco del Festival de Berlín, donde Armstrong confirmó que llevaba más de un año desarrollando el guión, inspirado por figuras como Elon Musk y la creciente influencia desmedida del mundo tech.

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Mountainhead transcurre en una remota cabaña de lujo en Utah, donde cuatro multimillonarios -interpretados por Steve Carell, Jason Schwartzman, Ramy Youssef y Cory Michael Smith-, se reúnen para jugar póker durante un fin de semana. El retiro se transforma rápidamente en una pesadilla cuando uno de ellos activa por accidente una inteligencia artificial que empieza a generar deepfakes virales, desatando caos político, disturbios sociales y una desinformación masiva que se propaga por todo el mundo. Lo que en principio parece absurdo, pronto se convierte en una metáfora inquietantemente plausible de lo que ocurre cuando el poder digital se escapa de las manos.

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Fiel al estilo que consolidó en Succession, Armstrong combina diálogos brillantes, personajes intensamente narcisistas y una crítica social demoledora. Cada escena está cargada de ironía y tensión, con momentos que provocan risa nerviosa tanto como vergüenza ajena. Si bien los personajes son deliberadamente desagradables. una especie de club de hombres millonarios con complejos mesiánicos, funcionan como vehículos eficaces para satirizar a toda una élite tecnológica que se siente invencible, inmune a las consecuencias de sus actos.

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La recepción ha sido polarizada. Algunos críticos elogian la película por su valentía y por el modo en que retrata el egoísmo digital con un humor ácido que incomoda y obliga a pensar. Otros han señalado que la cinta se dispersa por momentos, que pierde foco a medida que se acerca al clímax, y que la exageración de sus personajes podría desconectar a parte del público. Sin embargo, incluso sus detractores coinciden en que Mountainhead tiene algo que decir y no teme hacerlo en voz alta.

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Más allá de la opiniones, los números de audiencia hablan por sí solos: con 1,3 millones de visualizaciones en sus primeras 72 horas, Mountainhead se convirtió en el estreno más exitoso de HBO Max desde Bad Education. Esto confirma no solo el interés del público por historias que desafíen el status quo, sino también el magnetismo narrativo de Armstrong, capaz de trasladar su estilo de crítica mordaz del mundo corporativo al universo digital sin perder impacto.

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Con Mountainhead, Jesse Armstrong firma una película que no busca complacer, sino sacudir. En tiempos donde la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para regularla o comprender sus efectos sociales, esta película llega como un espejo incómodo pero necesario. Es una sátira moderna que combina paranoia digital con una radiografía del poder, y deja en claro que las mayores amenazas no siempre son invisibles: a veces, están jugando póker en una cabaña.