El domingo 22 de diciembre, Chris Rea murió a los 74 años en un hospital, tras una breve enfermedad, rodeado de su familia, según informó un comunicado oficial difundido por sus allegados y agencias internacionales. La noticia fue confirmada por la propia familia a través de las redes sociales, donde destacaron que "su música ha sido la banda sonora de muchas vidas y su legado perdurará".
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Rea, nacido el 4 de marzo de 1951 en Middlesbrough, Inglaterra, trascendió como una de las voces más distintivas del rock y el blues británico. Su tono grave, su estilo slide de guitarra y su mezcla de blues, pop y rock suave lo convirtieron en un referente musical con más de 25 álbumes de estudio a lo largo de cinco décadas de carrera.
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Aunque tuvo múltiples éxitos a lo largo de su trayectoria, con temas como “The Road to Hell”, “Josephine” o “On the Beach”, fue “Driving Home for Christmas” el que se transformó en un himno de las fiestas alrededor del mundo. La canción, publicada originalmente en los años 80, con el tiempo se volvió un clásico navideño atemporal, resurgiendo cada diciembre en las listas y acompañando decenas de millones de viajes y celebraciones.
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Su carrera despegó a finales de los setenta con éxitos tempranos como “Fool (If You Think It’s Over)”, que le valió incluso una nominación al Grammy y amplió su reconocimiento internacional. Con más de 30 millones de discos vendidos, dos álbumes que alcanzaron el número uno en el Reino Unido y una discografía vasta que incluye desde baladas melancólicas hasta blues profundo, Rea dejó una huella indeleble en la música contemporánea.
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Rea también enfrentó grandes retos de salud: superó un cáncer de páncreas a principios de los 2000 y un derrame cerebral en 2016, batallas que no lo alejaron por completo de su arte ni de sus fans. Incluso en sus últimos años continuó compartiendo música y su espíritu creativo con el público.
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Más allá de sus éxitos, su figura trascendió por una autenticidad sincera: lejos de la ostentación mediática, Rea prefirió dejar que sus canciones hablaran por él, construyendo una carrera sólida, respetada y querida por públicos diversos.
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Su familia, amigos y seguidores ahora recuerdan no solo la voz y las guitarras, sino también la calidez humana y la dedicación de un artista que convirtió momentos cotidianos en canciones inolvidables. Su legado como banda sonora de carreteras, inviernos y memorias compartidas seguirá resonando por años.

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