La música me hace estar en un lugar específico.

Me gusta tener la opción de decidir la atmósfera que quiero crear para habitar. En general escucho desde Ópera hasta Reggaeton. Y aunque prefiero tener el control de la música que escucho: admito que siento fascinación cuando llegó a un lugar donde hay una música que sorpresivamente me hace sentir en casa.

Dependo de la música para concentrarme, para inspirarme y convertir los estímulos externos en ideas. 

Mi relación con la música comienza en el jardín infantil. La Charo Cofré fue la voz en off de mi infancia. Luego en la radio de la cocina se escuchaba “Luna De Miel”, de Virus. Pasamos de la radio a los casetes de Susan Vega, Bowie, Laurie Anderson, etc. que traía mi papá de sus viajes de pega. 

Esa relación evoluciona pero no en línea temporal. Creo que lo más evolucionado es propiciar lo que te hace sentir bien. A veces escucho cosas nuevas que ni siquiera sé al género musical al que pertenecen y me gustan mucho; y también puedo volver a escuchar un disco completo de Gepe del año 2010 en loop por un día entero. Me siento evolucionada aceptando eso, que me gusta lo que me gusta simplemente porque me gusta.

Reconozco que solo pago por Spotify. No compro un disco desde el 2014. Soy más de coleccionar libros (aunque para leerlos también necesite escuchar música).

La vida me aproximó a la música, la cotidianidad. Se dio de forma orgánica. Aunque en mi infancia, todas las cosas musicales que eran novedad, venían de mi papá (mis amigos no pueden creer que mi viejo escuchara a Los Electrodomésticos desde que se creó la banda).‍

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1. El primer álbum que compraste y en qué formato.‍

El cassette con la música de Grease, año 90.‍

2. El mejor concierto de tu vida.‍

“Tosca” en el Municipal, año 2018 creo.

Cuando la protagonista se mata, me puse a llorar .Y después me di cuenta de que la gente que llora en la Ópera -pese a lo siútica que se pueda ver, jajaj-  lo hace por lo que se denomina “neurona espejo”. Y me hizo sentido porque mi hijo cuando tenía 4 meses se ponía a llorar cada vez que escuchaba a otra guagua llorar. 

Tal vez escuchar un drama -de cualquier índole-, te hace empatizar, pero es una empatía más bien primitiva, de los instintos. Tal vez eso es la bondad un poco ¿O no? Una bondad pura. No trabajada.‍

3. El que aún esperas.‍

Ojalá hagan un festival en vivo solamente con música de mi playlist, sería muy lindo.‍

4. Una época distinta a la tuya que te gustaría haber vivido por su música.‍

Contexto: Año 1938, Pedro Aguirre Cerda recién electo Presidente de Chile ¿Qué mejor excusa para bailar swing?

5. Tu hallazgo musical más reciente (músico o disco).‍

Sara Hebe. Mi amigo Tomás Espinosa Bertrán me mandó “Histórika” y me dijo que era yo.

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