La Cañadilla era el nombre de la zona al norte del río Mapocho que corresponde a lo que hoy conocemos como comuna de Independencia. En 1774 comenzó a construirse ahí la iglesia y convento del Carmen Bajo de San Rafael, a solicitud del Corregidor Luis Manuel de Zañartu y con la autorización del Rey Carlos III. Un desborde del Mapocho inundó la iglesia en 1783, pero fue mucho más grande el daño que causó el gran terremoto de 1822. Tras la reconstrucción de Fermín Vivaceta, quien agregó la estatua del arcángel Rafael que corona la torre, funcionó hasta 1958, año en que las carmelitas se trasladaron a otro convento en La Reina. 

A toda la robusta historia de la Iglesia del Carmen Bajo, que cayó en desuso por décadas, se agrega otro gran hito en 2018: por primera vez en Chile una iglesia acoge un concierto que no tiene carácter religioso, una pieza audiovisual que combina música ambient con mapping y otros recursos inmersivos. “A excepción del centro cultural que opera en una ex iglesia de Valparaíso, o salvo que sea un concierto de música sacra o clásica, nunca antes una iglesia había tenido un uso de este tipo. Algo más de vanguardia o cercano a los nuevos medios nunca había ocurrido en un iglesia chilena”, dice Andrea Gana, quien junto a su hermano Octavio formó Delight Lab y en solitario hace música bajo el nombre de Yadak.

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Ese concierto audiovisual de mapping inmersivo se llamó “Sonpendular: Devenir de ondas impermanentes”, es obra de los artistas Yadak, Sergio Mora-Díaz y Marco Martínez, se presentó consecutivamente los años 2018, 2019 y 2020, y fue apreciado por más de 2 mil espectadores. Tres años más tarde, este 1 y 2 de diciembre, los muros, pilares y cielos del edificio volverán a ser mapeados con una luz abstracta y evocadora. La iglesia dejará de ser lo que es por unos momentos y se convertirá en un portal, un espacio de viaje envolvente que permitirá experimentar la arquitectura, la música y la visualidad de una forma diferente. Sonpendular vuelve a proponer una experiencia completa, un ritual de desacralización y transformación de un lugar con una gran carga simbólica y valor histórico.

“Generamos una experiencia envolvente que se mueve entre la tensión y la calma, estirando lo más posible algo inconmensurable como es un sonido corto o una velocidad lumínica, y en otros momentos acortando estas distancias. Se aprovechan los recursos físicos, desde la propia reverberación de la iglesia. Esta sensación pendular remite a la transformación y la impermanencia, a un constante movimiento que nos habla de un portal donde el pasado, el presente y el futuro dialogan como uno solo, con un leitmotiv sonoro reforzado con visuales que acompañan sus ondas”, explica Andrea, creadora de la música del proyecto..

El hecho de que ocurra en una iglesia tiene para ella también algo de ceremonia: “Hay una complicidad cuando somos muchas personas viviendo la misma experiencia; a diferencia de cómo podría sentirse en una sala. Es un viaje específico, un relato que pasa por distintas etapas y momentos; que tiene que ver con el tiempo, la muerte, la vida”.

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Lo inmersivo

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Pinturas de Klimt, Hundertwasser, Dalí o Van Gogh están recorriendo el mundo sin abandonar los museos que las custodian. El avance en herramientas de proyección y mapping están dando origen a más y más interpretaciones de la obra de artistas clásicos en formato exposición inmersiva; tanto así que grandes medios hablan de un auge y llegan a preguntarse si se necesitan las obras originales para montar un exposición o basta con “un mar de proyecciones aderezado con luces y sonidos”. 

En el caso de Sonpendular hablamos de un trabajo original, realizado por algunos de los artistas chilenos más destacados de la escena de los nuevos medios (Yadak, Sergio Mora-Díaz y Marco Martínez), pero es con gente como ellos que se puede reflexionar mejor sobre estas nuevas ofertas del arte. 

Lo primero que dice Andrea Gana es que no tienen mucho de nuevas: “Lo que cambian son las tecnologías y las formas de usarlas. En el siglo XIX se hacían espectáculos de fantasmagoría en una cripta y también podríamos decir que eran inmersivos. Eran recorridos por diversas situaciones que rodeaban a los espectadores para generar esta condición. La inmersión entrega sensaciones que encontramos cuando salimos a la naturaleza, o cuando viajamos. Este tipo de experiencias nos permiten un viaje muy rápido a una sensación similar. El planetario o el sistema Oculus son solo actualizaciones de formato. En Sonpendular se trata de una técnica con muchas videoproyecciones y luces, donde el sonido responde a una espacialización”.

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Sonpendular se realizó por primera vez el 7 de Julio del 2018 con un público de más de 300 personas, y en una segunda oportunidad el 23 y 24 de enero de 2019 en la misma iglesia con la colaboración de dos músicos invitados: Tan Levine y Mariana Olivares, quienes acompañaron la propuesta con 8 Gongs, percusiones dialogando en la atmósfera propuesta por la obra. Luego en enero del 2020 con los músicos invitados Ángela Acuña y Cuti Aste. Y este 2023 contará con la participación de Octavio Gana, que realizará una propuesta lumínica con uso de luces láser. 

Dentro de la producción técnica del evento está Delight Lab, laboratorio audiovisual con más de 12 años de trayectoria y Chincol Producciones, especialista en implementación técnica y tecnología audiovisual. El sonido a cargo de F.O.M.O. y el complemento en espacialización sonora por Omni Sound de Chris Manhey. Las entradas para las funciones del viernes 1 de diciembre a las 20.30 y 22.30 hrs. y del sábado 2 de diciembre a las 20.30 y 22.30 hrs. pueden adquirirse a través de Passline (https://www.passline.com/linkpass/sonpendular) por valores desde $15.000.

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Sobre los artistas: 

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YADAK (Andrea Gana de Delight Lab), desarrolla música especializada en electrónica ambient experimental. La mayoría de sus proyectos se vinculan a creaciones no convencionales que se traducen en propuestas híbridas e interdisciplinarias. Destaca su participación en: Horizontes en Fuga de Delight Lab en Observatorio ALMA (marzo 2023); en la obra de danza Develar de Daniela Santibáñez, exhibida en GAM (Junio-Julio 2023); Navas con Marco Martínez presentado en MUTEK Argentina (Buenos Aires, 2019), El concierto audiovisual Sonpendular que se exhibió 3 años consecutivos. (Independencia, 2018-2020), la performance Chinchorra, de Valentina San Juan, en Festival INNOVATIVE COSTUME of the 21st century (Moscú, Rusia, 2019).

‍Sergio Mora-Díaz, artista medial y lumínico, graduado de la Universidad de Chile y de Tisch School of the Arts NYU. Su trabajo explora relaciones entre espacio físico, tecnología y naturaleza. Ha exhibido su trabajo en diversos festivales e instituciones de arte internacionales, destacando Lincoln Center y Times Square en Nueva York, Miyashita Park en Tokio, K Museum of Contemporary Art en Seúl, Centro Cultural FIESP en São Paulo y Centro Nacional de las Artes en Ciudad de México. Actualmente es residente y director académico en Sinestesia Think and Do Tank de Industrias Creativas.

Marco Martínez es artista digital. Su trabajo aborda las posibilidades de nexo entre luz, sonido y arquitectura, en espacios no convencionales. La inspiración de su obra nace de la observación de fenómenos científicos y sus posibles atmósferas poéticas. Ha participado en exposiciones colectivas de arte digital en Berlín, Kielce, Buenos Aires, Tokio, Avignon y Connecticut.

Octavio Gana es artista multidisciplinario, poeta y codirector del colectivo Delight Lab.