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Woke: ¿el concepto que enciende la nueva batalla cultural de occidente?

Desde lo literal adquirió un nuevo sentido durante las manifestaciones de Black Lives Matter. Es un caso de polisemia tremendamente controversial, con potencial de ser simbólico o peyorativo, dependiendo de quien lo use.

Por:
Now-Mag

En rigor “woke” no es más que el pasado del verbo “wake”, que significa despertar. Pero su entrada al diccionario de Oxford con una nueva acepción en 2017 demuestra cómo las connotaciones políticas de las que se venía tiñendo la palabra, especialmente alrededor del movimiento Black Lives Matter, se solidifican en el lenguaje. “Estar consciente de los temas sociales y políticos, en especial el racismo”, es la nueva definición y va acompañada de la etiqueta slang y la aclaración: “Esta palabra a menudo se usa con desaprobación por parte de personas que piensan que otras personas se molestan con demasiada facilidad por estos temas, o hablan demasiado sobre ellos de una manera que no cambia nada".

Con ese sentido -e incluso más negativo- es que Ron de Santis, Donald Trump y Nikkie Haley repiten constantemente la palabra woke; especialmente cuando la combinan con otras como “ideología” y “adoctrinamiento”. Haley llegó a afirmar qué es un virus más peligroso que la pandemia.

Foto, Clay Banks.

Se consigna como el primer antecedente el llamado del predicador, periodista y empresario jamaicano Marcus Garvey en 1923: “Wake up, Ethiopia! Wake up, Africa!”. Algunos creen que el origen se remonta a la época de los linchamientos y la segregacion, a la decada de los 30, cuando el cantante de blues Lead Belly advertía “stay woke”. Otros fechan el origen en 1962, en el momento el que New York Times publicó un ensayo titulado “If You’re Woke, You Dig It”, por el novelista ​​William Melvin Kelley. Martin Luther King usó la expresión  en su discurso "Remaining Awake Through a Great Revolution". Cualquiera sea la verdadera fuente, y es probable que sea gracias a la suma de todas, se volvió consigna en las marchas contra el racismo y la brutalidad policial en la última década.

En ese proceso también se fragmentó su significado. 

Básicamente, en este momento woke significa tener conciencia social y desafiar normas opresivas históricamente instaladas o ser un hipócrita y un “policía del lenguaje”, siempre buscando con qué ofenderse (machismo, homofobia, racismo, etc.) en el discurso de otros. Todo depende del bando al que pertenece la persona que emplee la palabra. En EE.UU., en las mentes de los republicanos y quienes adhidiren a esas ideas evoca inmediatamente politicas que se asocian a las izquierdas o el liberalismo, que respaldan la equidad racial y social, las luchas del feminismo y el movimiento LGBT, el uso de pronombres de género neutro, el multiculturalismo, la vacunación, la defensa del medio ambiente y el derecho al aborto; aparecen tambien los rostros Joe Biden, Bernie Sanders y el de Alexandria Ocasio-Cortez.

Para ellos la mismísima democracia puede sucumbir ante una “tiranía woke” que amenaza los “valores familiares”. Trump intentó volver a la Casa Blanca con la lucha contra los "woke lefties" como plataforma, asegurando que practican un facismo de extrema izquierda y la cultura de la cancelación, demandando sumisión total a sus ideas, algo que para él es definición de totalitarismo.

Por supuesto, para los woke el totalitarismo se parece más a Trump y sus políticas.

Foto, Danny Burke

Desde la perspectiva woke es legítimo utilizar las redes sociales para dañar la imagen de personas que mediante actos o palabras demuestra una posición inaceptable. La cancelación es para ellos una forma de castigo y protesta no violenta y una forma de empoderamiento de minorías que han sido históricamente maltratadas. ¿Es algo negativo que decir o hacer algo ofensivo para un determinado grupo hoy ya no sea gratis? Muchos creen que se trata de niveles de corrección política absurdos y que atentan contra la libertad de expresión.

En Europa, donde el movimiento woke reexamina la historia y sus personajes, especialmente los relacionados a las etapas colonialistas, la discusión se da tanto en medios como en centros de estudios, entre políticos y académicos. Probablemente en Sudamérica y Chile podríamos escribir un capítulo especial acerca de la cancelación y el recurso de la funa. De seguro la lectura de esta nota y los ecos de nuestras propias burbujas informativas nos ponen en un lado u otro del uso de la palabra woke. Lo importante es reconocer el debate y sus contextos para entender un término cuyo uso veremos con cada vez más frecuencia. 

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Creado el

December 7, 2023